Como si de un Cónclave
Papal se tratase, el Congreso Socialista de mayo está produciendo expectación e
interés fuera y dentro de las fronteras de España. Uno de los partidos
socialistas más antiguos de Europa es atravesado desde algún tiempo por una
llovizna que se convirtió en huracán a partir del famoso comité federal del uno
de octubre. Y entre todo lo ocurrido y con una falta clara de liderazgo, la
militancia en su totalidad va imaginando posibles soluciones a la situación
actual, las hay varias y para todos los gustos.
Sin lugar a dudas, voy a destacar
la idea que algunos militantes socialistas están expresando. Según éstos, una
de las más urgentes tareas que tiene Pedro Sánchez, si gana la secretaría
general, es la de presentar una moción de censura a Rajoy y a su gobierno. Tal
postura es, desde mi punto de vista, una locura. No quiero que se piense que
con esta afirmación me posiciono como contrario al exsecretario general ,o que
no quiera que vuelva a ocupar la primera secretaría, todo está por decidir.
El nuevo/a secretario/a general tiene por
delante complicadas tareas, algo sabido por todos. En primer lugar, reforzar la
estructura del partido como eje nacional del cambio (17 federaciones pero un
único partido), algo que será imposible sin la unidad de la militancia. Y algo
muy importante y que creo que debe hacerse en el seno de una Internacional
Socialista, que necesita ser refundada, revisar las tesis de la
socialdemocracia para renovarlas y adaptarlas al siglo XXI, una tarea más que
necesaria y sin duda, no hay para ello mejor órgano que la Internacional.
Se necesitan nuevas ideas,
planteamientos y proyectos con miras al futuro. Los autores clásicos deberán
ser revisados y unidos a nuevos ensayos teóricos-políticos y económicos
surgidos sobre investigaciones a cerca de la sociedad del siglo XXI. Una vez
sea logrado este objetivo habrá que elaborar un proyecto electoral orientado
hacia la conciliación de una generación veterana, normalmente temerosa a los
cambios, y las nuevas generaciones que nacen cuestionando todo lo anterior. Un
proyecto individual para las diferentes Naciones de Europa y un proyecto
político para una nueva Europa que tiene que avanzar hacia una unión más
fraternal de Naciones y no solo de unidad monetaria y comercial que ya ha
rozado su fracaso.
Llegados a este punto
deberemos dar a conocer nuestras propuestas, que habrán nacido de la revisión
de nuestras teorías, de la investigación sociológica y de la nueva filosofía-política,
a través de los sistemas modernos de información.
Información, sí, y de calidad. Uno de los
mayores problemas que vivimos es la de un exceso de noticias y opiniones de las
cuales no se leen más que pícaros titulares que buscan con interés lograr likes
en las redes sociales antes que aportar información y fomentar el pensamiento
crítico en quienes los leen. Aquí podemos buscar una de las razones por las
cuales la militancia se encuentra en esta situación de deslealtades y desunión,
¿falta comunicación entre el partido y su militancia? Puede que sí. Bienvenida
fuera la recuperación de la edición “el
Socialista”, sólida manera de explicar el porqué de las posturas del
partido frente a titulares orientados al aumento de la ruptura del partido
socialista en beneficio de otras fuerzas políticas.
Una vez todo esto sea logrado, habrá que
alcanzar los gobiernos de la mayor parte de los países de Europa, hacerlo antes
es seguir bailando al son de las políticas neoliberales mientras que tememos a
la nueva izquierda alejada de planteamientos sensatos y duraderos.
Si alcanzáramos estos
puntos, las diferentes organizaciones socialdemócratas de Europa dejarían de
mirar con recelo a izquierdas y derechas para mirar de frente y con voluntad a
una ciudadanía sin un referente de cambio real y efectivo. Una "nueva
socialdemocracia" podrá combatir y derrotar a los nuevos fantasmas que
recorren Europa.
Adolfo L. Pérez Álvarez.
Graduado en Historia por la Universidad de Sevilla.
Militante del PSOE.
Graduado en Historia por la Universidad de Sevilla.
Militante del PSOE.
