En primer lugar,cabría decir que invertir en educación no debería ser para un Estado un gasto sino una verdadera y fructífera inversión. Todas las inversiones conllevan un retorno, una rentabilidad; en este caso, una rentabilidad colectiva.
En este sentido, el Gobierno y el PSOE parecen no coincidir en muchos aspectos. Es decir, el Gobierno contempla la educación pública como un gasto y el PSOE lo ve como una inversión.
Por ello amigos y amigas, han aumentado tanto las tasas universitarias, por ello desgastan allá donde pueden y tienen ocasión, el Sistema Público Educativo y por eso, atacan siempre con suma discreción todo lo que huele a igualdad social.
Espero que esta reflexión sirva al menos para abrir un poco los ojos a aquéllos jóvenes que quizá por la mala situación que atravesamos han podido ver en estos gobernantes actuales alguna esperanza, porque eso sí, el marketing político lo controlan a la perfección.
Un saludo,
¿Quiere decir esto que unos son "buenos" y otros son "malos"? La respuesta es NO.
El PSOE es un partido progresista y el PP es un partido conservador y reaccionario. Esa es la respuesta acertada. El PSOE ve la educación pública como la herramienta más apropiada para tender hacia la igualdad y el progreso y el PP la asume como algo peligroso, como una amenaza capaz de transformar el "orden establecido", lo tradicional, lo de siempre.
Por ello, la derecha siempre da tanta importancia y apuesta tanto por la formación profesional. Esta formación (dignísima y necesaria, por supuesto) no inquieta jamás a la derecha porque es una formación cuyo fin es nutrir el mercado laboral profesional. Por su parte, los estudios superiores implican un mayor nivel epistemológico y conceptual, la adquisición de una mayor destreza psicológica y un mayor espíritu crítico y este tipo de formación, sí preocupa e inquieta a la derecha. Ellos piensan y su ideología asume que a este tipo de formación sólo pueden o mejor dicho, deben llegar algunos.
Para ellos no debe ser una formación a la cual puedan llegar todos y todas sino una minoría culta y económicamente solvente para que no peligre su status y preponderancia social.
De ahí que la nueva Ley educativa incida tanto en la segregación, escondida bajo el concepto de lo que ellos llaman "excelencia".
Felipe Redondo Milara.
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