1º) Las mayorías no deberían imponerse a las minorías de forma tan determinante. A lo largo de la historia hay ejemplos de decisiones democráticas que no por ser mayoritarias han sido las más razonables, habida cuenta de los efectos colaterales irreversibles que conllevaron. Según algunos medios, la candidatura alternativa a Escobar, la de Margarita González-Jubete, ha denunciado la aparición súbita de muchas agrupaciones locales de IU en las últimas semanas –algunas formadas por 1 ó 2 militantes, que adquirían el derecho a enviar delegación a la XII Asamblea Regional de IU-. Este es motivo más que suficiente para dudar de la legitimidad de esas mayorías “a la búlgara”.
2º) ¿Qué tendrá el sillón/despacho que todo el que lo prueba es capaz hasta de renunciar a los principios que dicen defender solo por mantenerlo? En las últimas semanas, sobre todo, estamos asistiendo a votaciones en el Parlamento de Extremadura que corroboran que lo de IU y el PP en Extremadura es un pacto de legislatura en toda regla, que no está en el ánimo de la formación ‘de izquierdas’ apoyar una posible moción de censura y que la negación/abstención sistemática a todo lo que se plantee desde las filas del PSOE va a ser la tónica general en los próximos dos años y medio.
3º) Quienes apoyan a Escobar aduciendo su liderazgo redentor e inteligente olvida que estamos viviendo tiempos inéditos en los que la ideología a la que siempre apelan se está diluyendo, entre otros motivos, por su postura condescendiente y cómplice con la derecha: una cosa es aplicar recortes sociales por necesidades coyunturales y otra bien distinta llevarlos a la práctica por pura convicción, debilitando cada vez más el sector público y permitiendo que los mismos de siempre se beneficien a costa de quienes sufrimos esos recortes.
4º) No se puede estar “en misa y repicando”: resulta difícil encontrarte en la calle a dirigentes “de izquierdas” manifestándose en contra de las políticas restrictivas de la derecha de la que ellos mismos son cómplices con su acción u omisión. Las bases de IU, las mismas que mayoritariamente apoyaron la abstención para que el PP gobernara en Extremadura y las mismas que, supuestamente, ahora apoyan de nuevo a Escobar, deberían replantearse esta cuestión, aparcar las rencillas personales y pensar seriamente en alternativas realmente DE IZQUIERDAS.
La dirección federal de IU tiene la pelota en su tejado en estos momentos. Todo apunta a una grave escisión en la federación extremeña en la que gran parte de su militancia ha quedado excluida de los órganos de dirección de IU. A título de anécdota, y tras tener el permiso de ellos en su momento, publico esta foto que capté del libro de visitas del castillo de Miraflores en la que Victor Manuel Casco Ruizy Manuel Sosa Aparicio firmaron de una forma muy peculiar hace una semana… Confío en que en un futuro no muy lejano las bases de IU confíen mayoritariamente en sus tesis en detrimento de las de Escobar.
Enhorabuena por el artículo Juan Miguel, estoy totalmente de acuerdo en lo que dices. La verdad que lo de IU es ya un poco de risa, pero esperemos que pronto se den cuenta.
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