jueves, 27 de junio de 2013

Manifiesto Día del Orgullo LGTB

Cada 28 de junio se conmemoran las revueltas de Stonewall en el Grenwich Village de New York en 1969, acontecimiento que originó el movimiento de liberación lésbico, gay, transexual y bisexual. Actualmente, se celebra y es conocido como el Día del Orgullo LGTB.

            Las siglas LGTB engloban a el colectivo de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales. Este gran colectivo gracias a las manifestaciones de sensibilización y a las constantes reinvidicaciones para ser conocidos y respetados, la sociedad está más concienciada y está avanzando hacia una aceptación de la diversidad afectivo – sexual de estas personas.

            El amar libremente a la persona que elijamos es un derecho que la sociedad debe aceptar, no es cuestión de género ni de sexo, es la libertad de elegir y de expresar nuestro amor y nuestra decisión sin temor a represalias de ningún tipo.

            Hoy en día tanto la homosexualidad, bisexualidad como la transexualidad, es ilegal en 70 países del mundo; y en siete (Irán, Afganistán, Arabia Saudí, Mauritania, Sudán, Pakistán y Nigeria) se castiga con la muerte. En el resto de los países es legal, pero no con esto se consigue que la gente lo respete. Cambiar las leyes es sólo un paso para cambiar las mentes de personas que viven en la homofobia y se basan en estereotipos que han ido heredando tradicionalmente.

            En España, aún no hemos andado ni la mitad del camino hacia el respeto y la igualdad real de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales. Todavía este colectivo se ve discriminado en muchos ámbitos como: la educación, la salud, el trabajo, el acceso igualitario a distintos servicios, las relaciones sociales... Un sin fin de cosas que hacen que no sean tratados con respeto e igualdad por no amar como en esta sociedad se considera “normal”. El desprecio que a veces sufren llega hasta el límite de ser maltratados psicológicamente y en extremos nos hemos encontrado con maltrato físico, sólo por elegir su orientación sexual. Estas personas no quieren ser diferentes, ni piden un trato especial, simplemente piden elegir que no se discriminen sus sentimientos, piden poder elegir su orientación sexual y sobre todo abogan por la igualdad.

            No podemos hablar de igualdad real, mientras en nuestra sociedad sigan existiendo estereotipos sociales, religiosos y estéticos en los que se imponga la “normalidad” a la hora de elegir la verdadera identidad y el propio camino a seguir.

            ¿Quién decide qué es lo normal? ¿Quién dibuja la línea entre lo que es normal y lo que no? ¿Quién ha dicho que amar libremente y sin miedos deba ser rechazado? Dejemos de una vez la supuesta normalidad a un lado, dejemos de poner límites y barreras, vivamos libres y sin miedo. Saquemos esa bandera llena de colores que representa la igualdad y la libertad.

¡¡Saquemos la bandera con orgullo y sin miedo ya!!

Ana Gallego Cuadrado

Sec. Igualdad de Oportunidades

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